El origen y desarrollo del injerto capilar

El origen y desarrollo del injerto capilar

A lo largo de la historia, la caída del cabello o alopecia ha sido un tema de preocupación recurrente para todos quienes la padecen. Muchos sucesos han ocurrido desde los primeros experimentos en animales hasta la actualidad, donde el injerto capilar en entrada y el injerto capilar en coronilla suelen ser las áreas del cuero cabelludo más intervenidas en todos quienes llegan hasta una clínica capilar en busca de una solución.

Pero, ¿te has preguntado acerca del origen de la medicina capilar o también llamada tricología?

El primer caso de un trasplante de cabello exitoso data del año 1822, en Alemania. En aquel momento, un estudiante de medicina llamado Diffenbach realizó una cirugía experimental a sí mismo y a su mentor en el área, el Dr Dom Unger, donde ambos utilizaron un trozo de cuero cabelludo de otro donante.

Sin embargo, no sería hasta el año 1939, en plena segunda guerra mundial, cuando el dermatólogo Japonés, el Dr. Shoji Okuda, realizó con éxito el primer trasplante capilar en personas que habían perdido pelo provocadas por quemaduras.

Más tarde, el 1952, el Dr. estadounidense Norman Orentirech realizó el primer trasplante moderno de cabello en Nueva York. Luego de varias intervenciones, descubrió que los folículos trasplantados crecían de manera idéntica que de la zona extraída. 

Fue entonces cuando apareció por primera vez el concepto de “predominio donante” y “predominio receptor”, dos términos claves para el desarrollo de los tratamientos capilares venideros.

Técnica FUSS, el inicio del injerto capilar moderno

No sería hasta el año 1984, cuando los deseos por mejorar los avances en técnicas de injerto capilar, llevó al cirujano JT Headington a acuñar el concepto de unidad folicular. Así, siguiendo la técnica de extracción, observó que los cortes histológicos de las tiras que venían en 4 y 5 unidades foliculares tenían mejor predisposición a desarrollarse en zonas receptoras.

Este sería el inicio de lo que hoy conocemos como técnica FUSS y que experimentó una evolución significativa a mediados de los años 90 al implementar el microscopio al momento del injerto capilar en coronilla y otras zonas del cuero cabelludo. Los microinjertos de unidades foliculares en tiras se transformó en una técnica revolucionaria al ofrecer resultados naturales e imperceptibles.

Técnica FUE, una cuestión tecnológica

Sin embargo, fue a principios de este siglo cuando se produjo el salto definitivo en la historia del trasplante capilar. El desarrollo de tecnología especializada, en particular, el micropunch, una herramienta de 0,7mm – 1mm para extraer unidades foliculares, dio origen a la técnica de Extracción de Unidades Foliculares (FUE). Esta técnica, que consiste en la extracción individual de unidades foliculares permite que el injerto capilar en las entradas u otras áreas se lleve a cabo con mayor precisión al ser la aguja mínimamente invasiva.

Pero, ¿por qué nunca antes se desarrolló la técnica FUE?

Si bien en los años 70 se estaban produciendo los primeros ensayos con esta técnica, finalmente no tuvo éxito al tener las agujas de extracción, de aquel entonces, un grosor de 4mm. Esto provocaba una considerable separación entre un tejido y otro, además de dejar considerables cicatrices. Este rudimentario resultado condujo a que la gente lo llamara “efecto pelo de muñeca”, que era estéticamente inaceptable para muchos quienes sufrían de alopecia.

Pese a todo, cabe destacar que la técnica FUSS sigue vigente y la elección de una o de otra en cualquier clínica capilar dependerá de las necesidades y condiciones particulares de cada paciente.

Sin duda, a raíz de estas sofisticadas técnicas de injerto, es que muchas personas pueden lucir un nuevo cabello, derribando un tema que durante mucho tiempo resultó tabú en la sociedad.

¿Pensando en un injerto capilar?

Desde luego, ha pasado mucha agua bajo el puente desde aquellas primeras intervenciones capilares experimentadas con animales. ¿Hubiese imaginado el Dr Unger o el Dr. Okuda que bien entrada la primera mitad del siglo XXI existirían modernas técnicas de trasplante capilar capaces de frenar la alopecia? ¿O que las técnicas utilizadas han resultado tan exitosas que hoy en día es posible optar por un injerto en una clínica capilar prácticamente en cualquier rincón del mundo?

Si necesitas, por ejemplo, de un injerto capilar en entrada, debes saber que estás en el mejor momento para realizarlo. Los avances de la medicina capilar están demostrados y han arrojado grandes resultados en pacientes de todos los perfiles.

Por otro lado, si te preguntas por un injerto capilar precio, se presentan opciones accesibles sin perder la calidad. Tal es el caso del Dr. Bruno Jacobovski en Barcelona, que goza de gran reputación dentro de este ámbito.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *