La señal más notoria de que estás embarazada es, claro está, cuando comienza a crecerte la barriga. El tamaño de esta depende de muchos factores: entre ellos, la longitud de tu torso: si eres alta y de torso alargado, tu barriga tardará más en notarse. Además, si eres primeriza, también demora más en hacerse ver tu barriga.
A pesar de que varían las circunstancias entre una embarazada y otra, los especialistas aseguran que la barriga empieza a notarse sobre los 4 meses después de la gestación. Sin embargo, hay otros factores que pueden hacer notar el embarazo.
Algunas señales que hacen notar el embarazo además de la barriga
A las pocas semanas de embarazo, los cambios hormonales provocan que tus pechos aumenten de tamaño, y los pezones oscurezcan. Esto se debe a que comienzan a disponerse para la lactancia.
Tu rechazo a los olores penetrantes es tanto que puede evidenciarte el embarazo. No importan que estos olores sean agradables o no, o que hayan sido comunes para ti; pueden provocarte mareos y resultarte notablemente insoportables.
No obstante, aunque evites estar cerca de este tipo de olores, pueden sobrevenirte vértigos sin razón aparente: se deben solo a cambios necesarios para tu embarazo, que ocurren al interior de tu organismo.
Además, pueden ocurrirte alteraciones extremas de tu humor, entre tristeza y alegría eufórica en unos pocos segundos, como producto también de los cambios hormonales. Otra de las señas más externas son los granos o espinillas negras que pueden salirte en la cara, desde el comienzo mismo del embarazo. Pueden ser más o menos abundantes.
Algunas de tus tareas más cotidianas ahora pueden provocarte más cansancio de lo normal. Incluso, podrán producirte fatigas. Este es uno de los síntomas más reconocibles del embarazo.
De igual modo, te surgirá un deseo continuo de orinar, producido por el crecimiento constante del útero y el peso del mismo sobre la vagina, que puede hacerse notar por tus constantes y necesarias visitas al baño.
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