¿Para qué sirve el ácido hialurónico?

El ácido hialurónico es un componente que tenemos en nuestro organismo de forma natural, especialmente en la piel. Con el paso del tiempo, éste va reduciendo su cantidad. En este post vamos a hablar de sus usos y propiedades en la cosmética.  

En nuestro país el ácido hialurónico está presente en muchos productos cosméticos y cremas gracias a los beneficios que ofrece. ¿Pero sabemos lo que es?  

Como ya hemos dicho este componente está en los órganos y tejidos de nuestro cuerpo y es el encargado de capturar grandes cantidades de agua. Gracias a él, las zonas que está más presenta suelen estar más tensas y parecer más carnosas. 

El ácido hialurónico tiene tres propiedades específicas desde el punto de vista médico: 

El primero es que facilita el traslado de células que estén en una zona lesionada para mejorar el proceso de cicatrización. 

También tiene capacidad de formar lo que es la matriz extracelular, y por ende esta sustancia de aspecto gelatinoso que contiene la célula y ayuda a su movilidad. 

Y actúa como lubricante articular, en cualquier zona en la que haya fricción, como son los tobillos, las rodillas….etc. 

Gracias a todas estas propiedades es tan demandado para la medicina estética, y su uso sobre todo es para el rejuvenecimiento facial. Es usado comúnmente para el relleno de las arrugas y para aportar luminosidad extra en determinados tejidos que están átonos o más flácidos. 

Este producto es inyectable en gel y se suele usar para paliar los signos de la edad en las zonas en las que más se suelen necesitar. Otra ventaja de este producto es que, al ser producido por nuestro propio organismo, es biocompatible y nuestros tejidos lo integran de una forma natural en los tejidos. Con lo que se reducen al máximo las reacciones alérgicas casi en su totalidad. 

Aunque este componente es muy usado en medicina y en medicina estética, no solo sirve para eliminar las arrugas, también se usa para aportar volúmenes a zonas que lo hubieran perdido, o para reestructurar la tonicidad del contorno facial, o bien mejorar la calidad de la piel gracias a que además tiene un poder hidratante y reafirmante. Los tratamientos con ácido hialurónico atenúan las arrugas, generan luminosidad y nos ayuda a recuperar la elasticidad que se ha perdido de forma natural, casi de forma indolora y sin necesitar una recuperación completa tras una intervención. 

Los tratamientos que más se suelen realizar son los de relleno, es decir el ácido hialurónico se inyecta. Se pueden realizar rellenos hasta modificar facciones casi en su totalidad, y se aplica mediante pequeños pinchazos con micro-agujas.  

Gracias a ser un componente ya presente en nuestro cuerpo, no suele haber muchas secuelas, pero sí que es cierto que pueden aparecer después de inyectar, pequeños hematomas en las zonas que se hayan tratado. Siendo menos común, pueden generar bultos y picazón que desaparece en unos pocos días. Pero si hay una mala praxis, puede originar hasta un infarto o embolia si es pinchado en un vaso sanguíneo. 

Como siempre recomendamos, debemos para cualquier tratamiento así ponernos en manos de profesionales acreditados, porque si no lo barato puede salir caro. De todos modos, aquí tienes más información sobre su coste: ácido hialurónico precio.

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