Si estás dándole vueltas a la idea de casarse el año que viene (o este mismo!) ya te habrás dado cuenta que se trata de un evento que requiere de una organización casi militar, si queremos asegurarnos de que va a salir como habías soñado. La multitud de tareas que componen una celebración de está índole no es algo que se pueda menospreciar, ya que hay que pensar muy bien todo lo que hace falta y hacer un ejercicio de puro equilibrismo para cuadrar unas cosas con otras.
Desde nuestra experiencia personal, casarse ya es de por sí una carga de estrés muy considerable, de hecho puede que tengas que posponer y dejar de lado algunos aspectos de tu día a día (deporte, amistades, descanso, etc) para poder preparar como se debe un día tan importante en tu vida. No queremos hacerte cejar en tu empeño, ¡todo lo contrario!. El día de tu boda será uno de los que más recordarás con el paso de los años, pero hay que ser sincero y realista: su correcta organización no es en absoluto sencilla. Cientos de horas son necesarias para preparar en condiciones el enlace.
¿Nuestro consejo? Que te pongas en manos de una wedding planner, o un wedding planner, claro. Lo cierto es que hay más mujeres que se dedican a esta profesión. Independientemente de esto, contar con un auténtico profesional que se encargue y encabece tal organización es un desahogo muy importante para los novios y sus familias. No en vano la mayoría de personas no tienen experiencia previa a la hora de preparar bodas. Y este conocimiento se hace fundamental para prever posibles incidencias o para limar detalles que al común de los mortales se nos escaparía seguro. Hay que tener en cuenta que un wedding planner lleva a sus espaldas cientos de enlaces y por tanto conoce a la perfección todos los problemas que pueden surgir durante un enlace. Lo más importante de todo es, además, que cuenta con contactos en todos los sectores de las bodas que podrían sacarnos de un atolladero. Te pongo un ejemplo: conozco el caso cercano de una boda en la que el mismo día de la celebración enfermó de gravedad el encargado de la música. Gracias a disponer de un wedding planner experto (esta wedding planner en córdoba es un claro ejemplo de ello), se pudo solucionar el problema contratando a otro que él conocía y que les hizo ese gran favor. De haberla organizado por su cuenta imagina el problema, vestidos ya de novios, de tener que encontrar, con toda la tensión y nervios que supone, un nuevo dj que se hiciese cargo de esa parte de la celebración.
No hay que ser tampoco neuróticos respecto a los problemas que pueden surgir con una boda, pero sí que conviene ser realistas y asumir que hay aspectos organizativos que conviene tener atados. Por ello, la figura del wedding planner os descargará de nervios y os permitirá disfrutar mucho más de vuestro día especial. A buen seguro nos agradecerás nuestros consejos si al final te decantas por delegar dichas tareas en un experto.
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