La gastronomía cántabra

Comer en Cantabria es la mejor oportunidad para conocer la historia y las costumbres de esta región ligada al mar.

De tapas en Cantabria

Santander es quizás el punto de partida más atractivo para todos aquellos viajeros que quieran dejarse seducir por la mesa cántabra. La capital de esta región puede presumir de una gastronomía con una fuerte influencia marinera que no deja indiferentes a sus visitantes. Los pescados o los guisos son platos típicos a la hora de comer en Cantabria.

Una de las recomendaciones más oportunas para realizar una primera toma de contacto con esta gastronomía es aventurarse con las tapas, que en Cantabria se presentan como pequeñas raciones de platos típicos. Contrariamente a lo que ocurre en otras regiones del sur de España, no es frecuente que las consumiciones se acompañen de algo de comer, pero, por el contrario, la oferta de raciones es muy variada y se ofrecen pequeños platos a modo de degustación que se sirven a precios muy razonables y en cantidades respetables. La capital cántabra es la opción más segura como primera toma de contacto. El centro de Santander aparece acotado por calles como Peña Herbosa, Daoiz y Velarde o General Mola, además de la plaza de Cañadio. En esta zona se pueden encontrar restaurantes de renombre de la capital con precios más bien selectos. La presencia de los productos del mar, con protagonismo para los guisos de pescados y mariscos, se hace más patente si cabe en las cartas de los mejores restaurantes.

El pescado más tradicional

Quienes prefieran conocer las delicias de la mesa cántabra sin notarlo demasiado en el bolsillo, pueden recurrir a las zonas más tradicionales y populares de la ciudad. El Barrio Pesquero y la calle Tetuán son dos emplazamientos estratégicos para saborear los frutos del litoral cántabro, con tascas, bodegas y restaurantes que ofrecen su saber hacer a precios muy asequibles. Productos como las anchoas, con variedad de preparaciones en esta región, constituyen una degustación obligada a la hora de comer en Cantabria.

Las áreas de restauración y la afluencia de visitantes varían a lo largo del día. Con el atardecer y las primeras horas de la noche, es frecuente que el ambiente se traslade a las calles Vargas y San Fernando. La selección de productos del mar, con variedad de pescados y mariscos, son ingredientes obligados en cualquier carta de un restaurante de esta zona. Sin embargo, aprovechar el atardecer o el mediodía para atreverse con algunas raciones de platos típicos puede ser la mejor opción para comer en Cantabria, seleccionando qué recetas se quieren probar en plato, con variedad de tapas típicas o de propuestas más innovadoras.

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